La Experiencia
en Expasión.
HISTORIA
En el viaje del crecimiento empresarial, llega un momento en que el producto debe brillar. Nuestro cliente, en pleno ascenso, necesitaba un escaparate. La solución fue clara: una nueva nave que fuera más que un almacén. Debía convertirse en un espacio donde los clientes pudieran explorar, sentir y experimentar.
SOLUCIÓN
La idea de un showroom perfecto nació. Máscaras gigantes, íconos representativos de los socios, se convirtieron en protagonistas del espacio. Diseñadas a medida, estas piezas únicas contaban la historia de la empresa. Los árboles amarillos, en tono corporativo, tejieron la identidad de la marca en cada rincón.
CONCLUSIÓN
Este proyecto es más que un espacio. Es una experiencia sensorial. El showroom no solo alberga productos, sino también historias y visiones. Los socios se convirtieron en monumentos, los árboles en testigos del crecimiento. La empresa encontró un lugar para celebrar su identidad, su producto y su futuro.